La habitación era espaciosa y muy cómoda, con todo limpio y ordenado. La ubicación del hotel era excelente, ya que estaba a poca distancia a pie de la animada plaza Rembrandt, lo que facilitaba explorar la ciudad. Además, el personal fue muy amable y siempre dispuesto a ayudar, lo que hizo nuestra estancia aún mejor.

Las escaleras eran bastante empinadas y no había ascensor, algo incómodo al llevar equipaje pesado.

La insonorización fue excelente, a pesar de estar en una zona animada. Además, las camas eran súper cómodas, perfectas para descansar después de un día explorando.

A Ubicación excelente
B Habitaciones muy limpias
C Personal amable

A Escaleras empinadas
B Baño pequeño y viejo

el hotel tiene encanto, pero las escaleras son una pesadilla y no hay ascensor, ¡qué maravilla! además, ¡quién necesita limpieza diaria! me quedé sin descanso. esperaba un trato preferencial, quizás un café en la habitación o algo así, pero supongo que no soy lo suficientemente especial. casi escribo una buena reseña, pero simplemente no pude.

Ubicación céntrica, habitaciones amplias, decoración agradable.

Las escaleras son realmente un dolor de cabeza!!! Sin ascensor, y eso podría ser un gran inconveniente si llevas equipaje pesado. ¡La ducha tiene poca presión y eso es inaceptable en un hotel!!!

Ubicación excelente y personal muy amable.

El Hotel Imperial en Ámsterdam me sorprendió. La atención personal de la familia que lo gestiona lo hace sentir acogedor. Ubicado cerca de la Plaza Rembrandt, ofrece fácil acceso a restaurantes locales. Un pero, las escaleras son algo cansadoras, pero al menos me ayudaron con la maleta.

excelente acceso a lugares icónicos y parques cercanos

Disfruté de una estancia maravillosa, ya que además de la amabilidad del personal que me hizo sentir como en casa, estuve a solo unos pasos de la Plaza Rembrandt y con fácil acceso al hermoso Vondelpark, ideal para mis paseos diarios por la ciudad.

La cama era cómoda y la habitación amplia, ideal para relajarse después de un día explorando. Excelente ubicación cerca de la plaza.

me sentí cómodo, no tengo ninguna razón para quejarme

La ubicación es genial, justo en una zona peatonal cerca de varios bares y restaurantes. El estilo del hotel, con detalles familiares, le añade un toque acogedor que lo hace sentir como un hogar lejos de casa.

Las escaleras son empinadas y un poco agotadoras, especialmente con equipaje pesado. si viajas con muchas cosas, esto puede ser un inconveniente. Además, un día no limpiaron nuestra habitación, lo que no ofrece la mejor experiencia. No hay una máquina de café, así que si te levantas temprano, tendrás que salir a buscar alguna cafetería.

La cama era cómoda, pero el baño estaba viejo y pequeño.

El imperial hotel es perfecto para una escapada romántica. La ubicación es inmejorable, a solo unas cuadras de la estación de tranvía, lo que hace que moverse sea muy fácil. El personal es muy amable, siempre dispuesto a ayudar. Además, la habitación era amplia y cómoda lo que hizo que nuestra estancia fuera aún mejor. Sin duda, volveríamos.

La única pega son las escaleras empinadas, pero si puedes con eso, todo genial.

Ubicación excelente y habitación cómoda

La ubicación es inmejorable, justo al lado de la Plaza Rembrandt, lo que facilita caminar a varios lugares de interés. La habitación era bastante amplia, con una cama cómoda y ventanas modernas que aislaban bien el ruido exterior. Sin embargo, las escaleras son algo empinadas, lo que puede ser un reto al subir y bajar con el equipaje.

buena experiencia, pero con detalles mejorables

La ubicación es increíble, justo al lado de Rembrandtplein. La habitación es amplia, con una cama cómoda que asegura un buen descanso.

Las escaleras son bastante empinadas, lo que puede ser un inconveniente con el equipaje.